Retomando el blog, y el ganchillo

Han pasado varios meses desde que dije que volvía a la blogosfera. Un post, y ale, ya me doy por vencida. Entre el post de bienvenida y este hay cinco meses, y muchas comeduras de cabeza sobre los temas a tratar. Muchos reparos pensando si lo que escriba interesará a alguien, y muy pocas ideas. Y como siempre he oído que para que la inspiración venga ha de encontrarte trabajando, a ello me pongo. He decidido que esto no se trata tanto de si se leerá o no: se trata de lo que yo quiera contar. Es la gracia de los blogs personales, ¿no?

Uno de los principales motivos que me animó a abrir Nidiedades fue tener un hueco donde poder hablar de las manualidades, afición a la que le estoy cogiendo cierto vicio últimamente, a pesar de que no pueda dedicarle mucho tiempo. Bueno, mucho, poco, nada... por unas o por otras cada vez que me quería poner a hacer cosillas en casa surgía otra cosa que ocupaba mi tiempo y mi atención, y mis proyectos "crafteriles" se quedaban apartados una y otra vez. Dándole vueltas (yo soy mucho de dar vueltas a las cosas, sobre todo si son tonterías) llegué a la conclusión de que la mejor forma de no poder postergar cosas es comprometiéndote con ellas, con su día, su hora, y si puede ser más gente implicada, para que dé vergüencilla abandonarlo en el último momento. Y así fue como acabé embarcada en un taller de ganchillo XXL impartido por Vanesa, de Los Buenos Aires de Madrid.


¿Y qué es ganchillo XXL? Pues un concepto que aglutina al ganchillo hecho con material más grueso que la lana convencional. Puede ser cuerda o trapillo, o incluso otros materiales, pero todos tienen en común la necesidad de ganchillos grandotes, y la rapidez en la que ves crecer tu labor. En menos de una tarde puedes tener hecho un cesto para guardar tus ovillos, y en un par una alfombra bien maja.

(vale, tal vez esta lleva algo más de dos tardes)

Volviendo al taller de ganchillo XXL con trapillo, fue una experiencia genial. Al principio iba con un poco de reparo, porque no conocía a nadie, pero en cuanto estuve allí charlando de lanas, agujas, mercadillos y demás temas craft se me pasó el pánico escénico, y fui una con el ganchillo. O casi, que me tocó deshacer de vez en cuando. Vanesa fue un amor de profesora, paciente y siempre pendiente de nuestros avances, y para colmo nos trajo materiales a las que necesitábamos, ya fuera ganchillos o trapillo. Entre eso, y las cosas de merendar que reunimos entre todas la tarde voló. Mención especial a la hospitalidad de La Retalera, que ofreció su casa para la reunión por amor al arte.

 
 
Como soy un poco inconstante y quiero probarlo todo a la vez ya ando rumiando la idea de deshacer lo que hice ayer y probar otros puntos. A ver si antes saco un ratejo y pongo por aquí una fotillo de mi experimento en trapillo.

Bienvenidos



¡Bienvenidos! Una vez más me lanzo a la aventura de la blogosfera, con mi propio rincón, en el que os encontráis ahora. Poco a poco espero compartir un poco de mi tiempo, mis planes y mis trastadas en este espacio. Así que si sentís curiosidad, o me apreciais lo suficiente para fingir que lo hacéis poneos cómodos. Esto acaba de empezar.